Los que me seguís habitualmente sabéis que me encantan los quiches, son tan versátiles que te apañan cualquier comida y ademas son deliciosos.
Normalmente se hacen con masa quebrada, pero este que os propongo hoy es con hojaldre.
Ahora que estamos disfrutando en Navarra de la temporada del esparrago fresco, es una ocasión idónea para hacer esta quiche.
Ingredientes
7 espárragos frescos (blancos de Navarra)
1 masa de hojaldre
25 gr. de jamón serrano
200 ml. de nata liquida
3 huevos camperos
1 poco de pimienta negra (recién molida)
Aceite de oliva virgen extra
50 gr. de queso rallado emmental
Lo primero sera lavar y pelar bien los espárragos. Después los cortaremos en 3 partes a lo largo, por eso deben ser unos espárragos un poquito gorditos, si no os da para 3 partes, podéis partir solo por la mitad, pero entonces necesitareis algún esparrago mas. Calculáis según grosor.
En una sarten ponemos una gotitas de aceite de oliva virgen extra y plancheáis despacito los espárragos.
Cuando veáis que ya están doraditos los sacáis y reserváis en un plato. Reservaremos enteros unos cuantos trozos y el resto lo troceamos en cuadritos.
En una molde para horno de los de desmoldar fácilmente y que no sea muy alto, extendéis la lamina de hojaldre (podéis aprovechar el papel que viene cubriendo la masa, para que no se os pegue en el molde).
Pinchamos un poco la masa con un tenedor y colocamos los trozos de esparrago a excepción de los que hemos reservado enteros.
Añadimos el jamón en trocitos, incluimos el queso rallado y esparcimos un poco de pimienta.
En un bol mezclamos los huevos con la nata y lo incluimos todo sobre los espárragos.
Ahora colocaremos a modo decorativo los trozos enteros de espárragos (como veis en la foto).
Metemos al horno precalentado (calor arriba y abajo) a 180º durante 20 /25 min. aprox.
Sacamos y dejamos reposar un poco.
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