Este plato puede hacerse como primer plato o acompañamiento de carnes y pescados, sobre todo cuando los hacemos a la brasa o al horno, pero también puede hacerse para un picoteo informal, acompañándolo con unas buenas salchichas o chorizos criollos por ejemplo.
5 patatas medianas
10 chalotas
Aceite de oliva virgen extra
300 gr. de queso fresco (tipo philadelphia)
150 ml de nata
Leche
Pimienta negra recién molida
Sal
Nuez moscada recién molida
Tomillo seco triturado.
Lo primero que haremos sera lavar bien las patatas y pincharlas un poco con la ayuda de un cuchillo. Las ponemos a cocer en agua. Cuando empiece a hervir las dejamos durante 12 min. aprox.
Una vez listas, las escurrimos y dejamos templar antes de pasar a pelarlas.
Mientras limpiaremos bien la chalotas y las partiremos en juliana. Reservamos.
Pelamos las patatas y las partimos en rodajas a lo ancho y las colocamos en una fuente de horno que previamente habremos echado un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Intercalamos entre las rodajas de patatas la chalota en juliana, y el resto lo esparcimos alrededor.
Salpimentamos. Añadimos un poco de nuez moscada en polvo y el tomillo.
Metemos al horno a 200º durante 10 minutos.
Mientras se hacen las patatas y las cebollas, en un bol mezclaremos el queso fresco con la nata y un buen chorro de leche. Incluimos esta mezcla por encima de las patatas y las cebollas y dejamos de nuevo hacer todo junto en el horno durante 30 min.
Pasado este tiempo gratinamos un poco durante 3 o 4 minutos.
Ya esta listo para que lo degustéis bien calentito.